El amor entre seres mágicos y humanos es tan intenso como trágico. Fundado en una tabú, una promesa o un secreto puede durar miles de años o el tiempo que demora en abrirse una flor. Son amores extraordinarios, inolvidables y que siempre terminan mal. Tal fue el caso del amor a primera vista entre Melusina y Raimondin. Ella aceptó su amor a cambio de la promesa de no visitarla los sábados y él aceptó el trato sin saber que lo traicionaría. Mientras la promesa se cumplió todo era pasión, prosperidad y alegría. Cuando Raimondin quebró el pacto y rompió el tabú, la verdadera naturaleza del hada serpiente se descubrió. Había jurado no espiarla, no molestarla, dejarla sola en la torre pero llevado por los celos y la curiosidad el Conde quebró la prohibición y una maldición se desató sobre el reino durante siete generaciones.
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