martes, 27 de marzo de 2007




Los iniciados en los misterios de Avalon revelan que el vuelo de las aves no es más una que copia del starling de las sílfides que son unas hadas muy sutiles conectadas con el aire.

Así al menos nos lo cuenta Geoffrey Hodson, quien en 1921, en los bosques cercanos a Bowland pudo apreciar el starling de las sílfides, tal como a continuación testimonia:

“Revelándose en la fuerza del viento, muy alto en el aire, hemos visto unas sílfides. Son bastante más pequeñas que los seres humanos y parecidos a ellos pero asexuadas. Se mueven alegremente en grupos de dos y tres, viajando a gran velocidad a través del cielo (…) su aspecto me recuerda a las Valquirias en el Anillo de los Nibelungos wagneriano.

A primera vista parecen aladas, con un par de magníficas alas blancas pegadas a su cuerpo a la altura de los hombros. Sin embargo, luego me doy cuenta de que las alas no son más que una ilusión óptica provocada por la fuerza energética que fluye a través de sus auras.

Las observo mientras giran y dan vueltas en el amplio arco de los cielos, irradian brillantes colores con extrema rapidez, tanto entre ellas como a su alrededor, pero especialmente hacia arriba, inundando el aire. De pronto, aparece algo similar a un manto de color adornado con bandas brillantes, fluyendo y destellando con los más tintes de luz imaginables: azul, celeste, lavanda, todos los colores del cielo. Parece haber un orden definido en esa comunicación de color, sin embargo su sentido secreto está velado para mí.

Parecen viajar grandes distancias por los aires, a la velocidad de la luz, apareciendo y desapareciendo continuamente a la vista humana. Todo parece indicar que comunican su energía voladora al cielo ya que su sustancia es completamente astral. “

No hay comentarios: